miércoles, 23 de marzo de 2016

CUENTOS QUE DESPIERTAN CONCIENCIAS





“Y vivieron felices para siempre”, es la frase que muchas generaciones de niñas y niños escucharon antes de dormir. Aquellos cuentos que narraban historias de bellas princesas, delicadas, obedientes, que vivían en majestuosos castillos, atormentadas por brujas malvadas hasta ser rescatadas o despertadas por valientes príncipes.

En muchos casos, estas historias alimentaban el imaginario de niñas que se vieron representadas en el estereotipo de la hermosa princesa bondadosa y sumisa, cuyo centro referencial de su existencia era el amor de su príncipe.

Estos cuentos de fantasía, hoy encuentran su contracara en la propuesta de “Antiprincesas” de Nadia Fink, escritora y periodista argentina, que a través de una serie de cuentos nos muestra la historia de mujeres latinoamericanas de carne y hueso, que no esperaron a ser rescatadas por un príncipe, sino que por el contrario lucharon por su libertad y la de sus pueblos. Esta propuesta está captando la atención y sensibilidad de una nueva generación de niñas y niños.

Los relatos de Fink indagan en la historia de nuestros países latinoamericanos, en cuyos pasajes generalmente se levantan victoriosos las estampas de los próceres -siempre hombres- para contar la historia de mujeres que han estado tradicionalmente dibujadas en las sombras, subordinadas al rol de amantes abnegadas o madres sufrientes.

La propuesta de la autora ofrece un relato entretenido, en un formato lúdico y colorido, atractivo para grandes y peques, mostrando a mujeres reales y resaltando sus virtudes como luchadoras por la libertad, su irreverencia ante poderes opresores, su capacidad creativa y artística y todos aquellas características que nos permitan re-conocernos diversas, valientes y generadoras de grandes transformaciones.

Historias de mujeres como la pintora y poetisa mexicana Frida Kahlo, la cantautora chilena y una de las principales folkloristas latinoamericanas, Violeta Parra, la heroína independentista boliviana Juana Azurduy, llegan para reformular los paradigmas de niñas y mujeres y revalorizar su protagonismo en la sociedad. En el Ecuador tenemos muchos nombres de mujeres que rescatar del olvido de la historia, bien podrían figurar dentro de esta selección de “Antiprincesas” Matilde Hidalgo, Tránsito Amaguaña, Nela Martínez, Manuela Sáenz, y un largo etc.

El lenguaje está vivo. Las palabras circulan de generación en generación como semillas que sembramos en nuestras cabezas y dotan de sentidos la vida, es por eso que los cuentos infantiles cobran tanta relevancia, la necesidad de resignificarlos debe estar acorde a los tiempos actuales y la necesidad de construir caminos para una convivencia social que erradique toda forma de violencia, que promueva la justicia, la igualdad de oportunidades entre géneros, el respeto y la libertad.

Ya es hora de conocer el otro lado de la historia, porque mientras reconozcamos únicamente la versión de la Caperucita, el Lobo no tendrá oportunidad de reivindicación. Tal como nos invita a reflexionar el poeta español José Agustín Goytisolo, cuyo poema “Érase una vez (o el lobito bueno)” se popularizó en la voz del célebre cantautor Paco Ibañez y dice así: "Érase una vez / un lobito bueno / al que maltrataban / todos los corderos. / Y había también / un príncipe malo, / una bruja hermosa / y un pirata honrado. / Todas estas cosas / había una vez / cuando yo soñaba / un mundo al revés".

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