jueves, 4 de febrero de 2016

Sahra, una más en la estadística.



En esta ocasión quiero reflexionar alrededor de una noticia publicada en el Diario El Comercio de Quito[1], sobre el ataque a Sahra, una mujer transexual, quien denunció el intento de asesinato del que fue víctima el pasado 30 de enero en la zona Rosa de la Capital.

La nota hace un relato breve sobre el hecho sin otorgar mayor explicación del fenómeno de violencia transfóbica. En la publicación se menciona explícitamente la identidad sexual de la agredida y describe el ataque: “La víctima tiene cortes en su rostro (mejilla y labios), en el pecho y en la axila. Personal médico del Hospital Eugenio Espejo suturó las heridas con 100 puntos. La joven ahora se recupera de las lesiones”. Además, se recogen declaraciones publicadas en la página del colectivo[2] TILGB Silueta X, donde se afirma que “ocho personas, todos hombres, agredieron a Sahra. Cuatro ‘la golpearon, cortaron e intentaron asesinarla’ y el resto ‘llevó a otro extremo al novio’ de Sahra y también fue agredido”[3].

En ningún momento la nota de El Comercio revela la identidad sexual del agresor o agresores, de dónde se identificó a un hombre gay (según la publicación de la página de Silueta X) y mucho menos se hace un mínimo esfuerzo por explicar a las y los lectores la problemática transfóbica. Parecería entonces que la revelación del dato de la identidad sexo-genérica de la víctima está añadida de manera morbosa, mientras que paradójicamente queda invisibilizada la identidad del agresor/es y su aversión hacia las personas transexuales. Hecho que, en este caso, es particularmente interesante para reflexionar sobre la homofobia internalizada en las personas más allá de su orientación sexual.

La noticia sobre la agresión de Sahra, deja más cabos sueltos que respuestas, puesto que reafirma los estereotipos sobre la población GLBTIQ, presenta la noticia sin reconocer a la víctima como sujeta de derechos y sin un contexto que le de soporte al lector/a para comprender la problemática de la homofobia y la manera en que nos afecta como sociedad.

Si se hubiera tratado del mismo ataque a una mujer heterosexual, seguramente su identidad sexo-genérica hubiese pasado a ser un dato de menor relevancia para la noticia y quizá hubiésemos encontrado mayores datos para comprender el porqué de dicha agresión. Pero como en este caso, la víctima es una mujer transexual, no se otorgan mayores elementos de análisis, y se posiciona la identidad sexo-genérica de Sahra como la causa de su atentado.

Parecería, entonces, que este acto de violencia surge de manera aislada, como una estadística más, una riña callejera más de quienes frecuentan la zona Rosa de Quito; lo cual poco o nada contribuye para generar conciencia en la ciudadanía sobre los delitos de odio.


[1] http://www.elcomercio.com/actualidad/colectivos-glbti-repudio-ataque-transfobia.html
[2] https://siluetax.wordpress.com/2016/01/30/intento-de-asesinato-transfobico-por-parte-de-un-hombre-gay-transphobic-attempted-murder-of-a-gay-man/

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